¿Eres de los que se prepara los exámenes a la antigua usanza? Empollar a modo de repetición sin comprender la lectura es inútil. Afortunadamente, hoy en día hay diversas técnicas para retener el estudio y mejorar la concentración.
Aunque tengas la zona de estudio en casa no es excusa para alegar falta de concentración o encontrar mayor dificultad para obtener buenos resultados. Si estudias en casa puedes lograr un rendimiento tan bueno como si lo hicieras en cualquier otro lugar. Ahora bien, para ello es necesario reunir ciertos requisitos y tener fuerza de voluntad.
Consejos para mejorar la concentración en casa
Para aprovechar al 100% el tiempo de estudio hay que trabajar en la concentración en casa. ¿Cuántas veces te has propuesto estudiar X horas y tan solo te ha servido una pequeña parte de ese tiempo?
Además, en casa solemos estar libres de vigilancia o de la presión de grupo propia de las bibliotecas u otras aulas de estudio. En cambio, también hay muchas ventajas de estudiar en casa: evitamos el tiempo y el dinero de los desplazamientos, hay menos distracciones sociales, incluso podemos estar más relajados. Tan solo hay que esforzarse en mantenernos concentrados y seguir prácticas que optimicen la productividad.
Te proponemos que sigas estas pautas para lograr una buena concentración en casa:
Reduce los estímulos
Desconecta de las redes sociales y silencia tu teléfono móvil. Una opción es configurar el móvil para aceptar solo llamadas. Esta forma de silenciar el móvil es muy sencilla, tendrás que activar el modo “no molestar”, pero en tu apartado de configuración tiene que haber una excepción que sea “permitir llamadas”. Así, si hay alguna urgencia podrán avisarte.
Al vivir en todo momento conectados a Internet, la misión de reducir los estímulos de este aparato es complicada, pero muy necesaria para centrarnos en el estudio en casa durante el tiempo necesario.
Busca un buen lugar de estudio
El ambiente de tu zona de estudio/trabajo es más importante de lo que crees. Para incentivar la tranquilidad y la atención óptimas para el estudio, mantén el entorno de tu espacio de trabajo limpio y organizado. Despeja la mesa de escritorio todo lo que puedas, puesto que la limpieza visual influye en la atención plena y evita distracciones.
Localiza un sillón de escritorio que ayude a la ergonomía. Si estamos cómodos podremos ser productivos durante más tiempo.
Aumenta la agilidad mental
Hay personas a las que les cuesta concentrarse más que otras. Sin embargo, puedes prepararte mentalmente gracias a técnicas como el mindfulness, los puzzles o juegos como el sudoku. Ten en cuenta que el cuidado mental y emocional es clave para entrenarnos para el esfuerzo que supone el aprendizaje cognitivo.
Haz un ejercicio de imagen mental
Antes de comenzar el estudio reconduce tu concentración. Para poner a prueba esta capacidad de concentración te recomendamos el siguiente ejercicio:
Escoge un objeto que tengas en casa y fíjate en todos sus detalles durante al menos dos minutos. Después, cierra los ojos y visualiza mentalmente el objeto para tratar de recrearlo al 100%.
Sacia tu sed y tu apetito
A veces como estudiantes nos obsesionamos con la jornada de estudio/trabajo y obviamos cubrir las necesidades más básicas. Sin embargo, esto es un gran error porque no vas a poder mantener la concentración en casa por mucho tiempo.
Antes de estudiar, sacia tu apetito (mediante una alimentación saludable) y hazte con una botella de agua a mano. Recomendamos beber agua a pequeños sorbos en intervalos de cada 2 horas (aproximadamente unos 330 ml). De este modo, estarás fomentando un buen rendimiento mental.
Define un horario
Responsabilízate de una rutina de estudio en casa para ser constante. Recuerda que a veces es cuestión de tener paciencia y voluntad. Si este horario lo haces por escrito y lo compartes con tus familiares o las personas más allegadas las harás cómplices y, además, dichas personas no te molestarán durante estos ratos.
Establece pausas activas
Hay que distribuir los tiempos de descanso con cabeza. Debes tener en cuenta que la concentración no se mantiene al 100% durante mucho tiempo, así que no existen las jornadas de estudio de 5 horas sin descanso que sean eficientes. Esto no significa que estudies mejor.
Las pausas nos regenerarán las energías para obtener un buen nivel de concentración a la vuelta del estudio. Según los expertos, es recomendable hacer una pausa cada 45 minutos de esfuerzo cognitivo, aunque la primera sesión de estudio la podemos estirar hasta los 50 minutos.
Un buen descanso tiene unos 10 minutos. En esta interrupción aprovecha para cambiar de postura, estirar las piernas, descansar la vista, hacer algún picoteo de comida…
Técnicas de estudio para sacar buena nota
Asegúrate la buena nota que tanto tiempo llevas esperando. Estas técnicas de estudio te ayudarán a obtener una buena cualificación en tus exámenes:
- Durante las clases, saca tus apuntes a mano. Aunque el ordenador ayuda a escribir más rápido, la escritura fomenta la retención del contenido con mayor eficacia y tendemos a extraer lo más importante de la lección.
- ¿Y en casa?: Haz un repaso general de toda la materia que debes estudiar para organizarte en función del tiempo disponible y del calendario que establezcas.
- Empieza con lecturas conscientes del temario y separa por temáticas u objetivos. Ten en cuenta que para cada sesión de estudio necesitarás centrarte en un objetivo.
- Destaca los puntos clave de cada tema subrayando por colores. Una estrategia es emplear dos o tres colores con una finalidad estratégica (que puedes recordarte a ti mismo con una pequeña leyenda). Por ejemplo, formulando preguntas-respuestas.
- Crea resúmenes de cada tema.
- Haz esquemas que te ayuden a una mejor comprensión. Los mapas conceptuales son muy útiles para el aprendizaje.
- Usa la técnica Pomodoro. Esta técnica de estudio se centra en los intervalos de tiempo que te hemos comentado antes. Con la ayuda de un temporizador podrás organizar tus pausas y definir bloques de trabajo que maximicen tu productividad.
- Trabaja en casos prácticos: En materias relacionadas con la contabilidad, la física, la economía o la estadística es recomendable aplicar la teoría mediante la resolución de casos prácticos.
- Prueba con reglas mnemotécnicas para asociar palabras que resulten difíciles de memorizar con conceptos que nos sean más familiares. Por ejemplo, imagina que hay una historia vinculada con las provincias Palencia, A Coruña y Oviedo; pues escribe la palabra PACO al lado del párrafo y verás como lo recuerdas mejor.
Esperamos que este post te sirva de ayuda. ¡Mucho ánimo para estudiar y concentrarte en casa!