Dormir en el trabajo está muy mal visto, ya que repercute en nuestra imagen como trabajadores y, como es de esperar, puede afectar al rendimiento laboral. Sin embargo, con unos sillones para el despacho de gran confort y el sueño que entra después de comer, ¿cómo podemos evitar la siesta?

Los sillones para despacho que son perfectos para una siesta

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¿Por qué a veces entra tanto sueño después de comer en el centro de trabajo? Que este estado de somnolencia se dé en casa no pasa nada, pero en una jornada laboral, afecta al rendimiento y a la productividad.

Hay varios motivos que justifican este impulso de dormir:

  • La explicación fisiológica del sopor de después de comer está normalmente vinculada a las comidas copiosas y el inicio de la digestión. Según los expertos, la ingesta de hidratos de carbono, dulces y de grasas aumentan la producción de serotonina, que favorece el sueño.
  • La media de sueño de los españoles es de 7,10 horas, mientras que en países como Estonia, Finlandia o Bélgica tienen una media de 7,45 horas. Si no descansamos adecuadamente (con un colchón de calidad), nos sentiremos cansados durante todo el día.
  • Hay sillones para despacho que guardan similitud con los sillones de relax, que son reclinables, mullidos, con apoyo para la zona de las cervicales y, en general, tan cómodos que ayudan a evitar el estrés. Esto hace que, si pasamos una jornada laboral de 8 horas sentados en ellos, podamos relajarnos en exceso.
  • Malos hábitos en nuestro estilo de vida: A veces no descansamos con un sueño reparador porque no seguimos las recomendaciones de un estilo de vida saludable: evitar el estrés, hacer ejercicio (salvo a últimas horas de la tarde), aislarse de los dispositivos electrónicos durante la noche, hacer cenas más ligeras, etc.

Te recomendamos evitar el estado de somnolencia en los sillones despacho por muy cómodos que estos sean. En lugar de eso, descansa todo lo que necesites la noche anterior y lleva un estilo de vida saludable.

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Dormir la siesta en el trabajo, ¿es posible?

En algunos países, como en Japón, echar una cabezada en el trabajo es sinónimo de que el empleado ha rendido en exceso y necesita un momento para recuperarse, lo que para sus superiores se traduce en una gran entrega hacia la empresa.

En Japón está bien visto echarse la siesta en sus propios sillones de oficina por una razón muy sencilla: mientras lo hagan en su lugar de trabajo, seguirán estando disponibles. Así que la siesta no puede terminar en un sueño profundo, sino más bien poner en práctica lo que nosotros llamamos “el pestañeo” o “descansar la vista”.

Sin embargo, en España, por muy cómodos que sean los sillones de despacho y haya una gran tentación, quedarse dormido en el lugar de trabajo supone un incumplimiento de sus obligaciones. En resumidas cuentas, se trata de un gesto que puede acarrear serios problemas para el empleado. Si el comportamiento se repite o se da en una circunstancia de especial sensibilidad, dormir la siesta en el trabajo podría acabar en los tribunales.

De modo que hay que tener cuidado y considerar las circunstancias del puesto de trabajo, conocer si los propios jefes incluyen esta práctica en su política de empresa (con una sala específica para ello, por ejemplo) o si, en cambio, debes considerar hacerlo de otra manera. Te recomendamos que, en vez de dormir en la silla de escritorio o sin previo aviso, pruebes a echar una cabezadita en tu tiempo de descanso y de la forma más discreta posible.

Por tanto, si quieres evitar la siesta en tu sillón de despacho y mantenerte más activo durante tu jornada de trabajo después de comer sigue nuestras recomendaciones: huye de las comidas copiosas y las grasas, mantén un estilo de vida saludable, duerme bien y lo suficiente. Además, si acostumbras a no dormir la siesta en tus días de descanso, verás como dejarás de necesitarlo.