¿Vas a embaucarte en la aventura de reformar una casa de pueblo? Entonces seguro que quieres conservar su encanto natural y destacar lo mejor de ella renovando su aspecto desde el interior. Disfruta de la tranquilidad de la vida rural con una casa reformada y actual.
Las casas de pueblo son construcciones antiguas y algunas de ellas tienen una ubicación envidiable en un entorno rústico y en el que se puede admirar la naturaleza. Tanto si has recibido la casa como herencia como si se trata de una inversión, hacer la reforma de este tipo de viviendas lleva su tiempo y hay que tratar de adaptar las características arquitectónicas originales con una decoración actual. ¿Cómo conseguirlo?
Qué tener en cuenta antes de empezar la reforma
En primer lugar, es importante hacer una valoración de la casa en profundidad: comprueba muros, si cuenta con las suficientes capas de aislamiento, si hay humedades, termitas, el estado de las instalaciones de agua, gas o electricidad, cómo se encuentran las ventanas, puertas y tejados, interruptores…
Para este análisis es recomendable contar con profesionales que puedan verificar que está todo correcto, ya que el paso del tiempo se nota y hay que aprovechar que vamos a reformar estancias, tirar mudos y redistribuir muebles para renovar algunas instalaciones.
Debes valorar qué partes de la vivienda te interesa conservar para destacar el encanto de las estructuras antiguos o algunos detalles. Ten en cuenta que muchas de las reformas o remodelaciones implican cambios en la distribución de las habitaciones, así que procura solicitar los planes originales de la casa y compáralo con las ideas que tienes pendiente para crear un espacio más diáfano y comunicativo.
Consejos para reformar una casa de pueblo
¿Qué aspectos tener en cuenta para prevalecer la esencia original de una casa de pueblo sin renunciar a las tendencias actuales? Estas son algunas ideas.
– Apostar por un revestimiento que evidencie el encanto de una casa rural antigua: La piedra, el ladrillo sin tratar o la madera natural serán claves para el nuevo aspecto de la vivienda.
–Destacar o simular las vigas del techo: Para una auténtica casa rústica no pueden faltar las vigas de madera en el techo. Si cuentas con este detalle arquitectónica tan solo tendrás que optar por una decoración más tradicional o con un estilo nórdico para completar tu misión con éxito.
–Utiliza un solo tono de madera: Si vas a seguir los consejos de las vigas utiliza la misma tonalidad para suelos o puertas y así podrás mantener una coherencia cromática. En este sentido podrás sacar provecho de los colores tendencia para complementar el color madera con otros tonos.
–Mejorar las vistas ampliando ventanas: Tal vez las ventanas sean demasiado pequeñas o las tengas forradas de madera. Sin duda esas ventanas pueden ser de lo más acogedoras para un ambiente rústico, pero si las agrandas y le vuelves aplicar el detalle en los marcos y cerramientos tal vez puedas obtener más beneficios. Pero, recuerda, la madera puede ser poco recomendable para resistir a las inclemencias del tiempo, deberías emplear materiales que imiten la madera y sean igual de estéticos.
–Aprovecha el grosor de los muros: En las casas de pueblo antiguas es típico tener paredes tan gruesas que puedas aprovecharlas para crear armarios empotrados o estanterías de obra.
–¿Cómo protegían las casas antiguamente en los pueblos? Tal vez esa parte sea conveniente conservarla, pero adaptando su resultado final a la actualidad. Por ejemplo, para protegernos del sol los egipcios utilizan en la antigüedad esteras de juncos: ¿Sabes cómo lo hacían en tu pueblo? Por otra parte, puedes sustituir la clásica cortinilla que se colocan en las puertas de las casas de los pueblos por unas mosqueteras más modernas.
–Emplear los muebles y la decoración para modernizar la casa. Si queremos conservar parte de su magia original y adaptarla a la vida moderna tendremos que adquirir muebles actuales de color madera que permitan una decoración rural.
En conclusión, tomate la reforma de la casa del pueblo con calma, planifica todo de cero, destaca la estructura de la vivienda de manera rústica para contrastar con un mobiliario moderno y no olvides aportar tu toque personal.